domingo, enero 06, 2019

Perdonar es recordar en paz

Por
Mi pastor Juan Angel Castro, del CEAD predicó el último domingo de diciembre del 2018 acerca del perdón. Ha sido una de los sermones que se quedarán en mi vida para siempre. Me llamó mucho la atención el concepto que él dio respecto al perdón ya que lo definió como nuestra capacidad de recordar cualquier cosa en paz.
Es cierto, si somos capaces de perdonar tal como Jesús nos perdonó, deberíamos ser capaces de recordar todo, lo bueno y sobre todo lo malo y ofensivo  pero en paz. Es decir que perdonar no es olvidar sino llegar al punto de estar liberado uno mismo del remordimiento, el odio y el deseo de venganza que le pudieran provocar los hechos del pasado.
perdonar es recordar en paz
perdonar es recordar en paz
De verdad que para llegar a ese punto, el de estar en paz con los hechos del pasado, es decir llegar al nivel de perdonar de forma real, a la manera cristiana, se requiere de vivir una experiencia que supere nuestras propias barreras, sobre todo la de nuestro orgullo propio.
El orgullo es eso que nos impide perdonar. Digo, hay casos de casos y muchos casos son casi imposibles de perdonar. Como sea , lo cierto es que perdonar no es fácil, es difícil y lo es debido a nuestra propia naturaleza.
En otras palabras el perdón para ser genuino implica humillar nuestro orgullo, derribar esas barreras y continuar hacia adelante. Es difícil, en nuestras propias fuerzas, requiere por lo tanto de la ayuda de Dios.

Perdonar nos libera. 

En el caso de la ofensa y sobre todo en aquellos hechos en los que tenemos la razón total en sentirnos víctimas pienso que  es natural sentir el deseo de venganza. A veces incluso queremos obviar el camino establecido de la justicia legal y quisiéramos actuar por nuestra propia cuenta. Hay casos en los que inclusive el público nos da la razón y nos impulsa a tomar esas vías. Es normal que en ese contexto no seamos capaces de perdonar ya que lo que queremos hacer es justamente lo contrario, deseamos la venganza. 
Lo cierto es que perdonar nos libera. Perdonar es un beneficio único para el ofendido. Cuando perdonamos de verdad al que nos ha ofendido, es decir a la manera en que Cristo lo haría, abrimos la puerta de la libertad a nuestras almas. 

7 beneficios del perdón que no se pueden ignorar.

Perdonar es beneficioso para nosotros los ofendidos. Perdonar de forma sincera y cristiana al que nos ofende además de curar nuestra alma y permitirnos continuar nuestro camino, también tiene beneficios demostrados por la ciencia médica los cuales te los listo a continuación:
  1. ALARGAS TU VIDA. La ciencia ha comprobado que todos los que perdonan viven más que los que no o que solo lo hacen en determinadas circunsntancias. 
  2. CONTROLAS LA IRA. Si hacemos del perdón un hábito, lograremos de forma paralela moldear y moderar nuestro propio temperamento. 
  3. PRESION ARTERIAL NORMALIZADA. Al perdonar y aplacar nuestra ira, la presión arterial se normaliza, esto es bueno para todos. 
  4. DORMIRÁS MEJOR. La ciencia ha demostrado que las personas que se acostumbran a perdonar tienen una mejor calidad de sueño que los demás. 
  5. MENOS DOLOR. Estudios han demostrado que las personas que perdonan alivian o presentan con menor frecuencia casos de dolor extremo. 
  6. EL AUTOPERDON. Al perdonar aprenderemos inclusive a perdonarnos a nosotros mismos. 
  7. FORTALEZA DEL SISTEMA INMUNE. Estudios científicos indican que una persona que practica el perdón verdadero o cristiano incrementan el nivel de resistencia a enfermedades. 
 En resumen, perdonar nos libera y nos permite recordar el pasado en paz. Para que esto suceda, por supuesto, se requiere en muchos casos de un milagro o intervención divina que lo facilite.

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